Toluca, Estado de México
4 de abril 2016
El pintor, escultor y muralista mexiquense, Leopoldo Flores, originario de San Simonito, municipio de Tenancingo y creador del Cosmovitral de Toluca, así como de importantes obras que reflejan un arte del pueblo, recibió un homenaje póstumo de cuerpo presente que en el Aula Magna de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), encabezado por el gobernador Eruviel Ávila.
Eruviel Ávila destacó la trayectoria y el legado del artista mexiquense, como el Cosmovitral de la ciudad de Toluca, que en 2007 fue nominado como una de las 13 maravillas de México; además de su mural “La Justicia” que se encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y simboliza la defensa institucional de los derechos fundamentales. También el mural de la celebración del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, ubicado en Palacio de Gobierno en la ciudad de Toluca; además de “Aratmósfera”, en rocas del cerro de Coatepec y la gradería del Estadio Universitario de la UAEM, en la Ciudad Universitaria de Toluca.
Además están “El hombre contemplando al hombre”, en la sede del Poder Legislativo estatal; “Alianza de culturas”, en la Alianza Francesa de Toluca; “En búsqueda de la justicia”, que se encuentra en la PGJEM; la escultura “Tocando el sol”, en el edificio central de rectoría de la UAEM, entre otras. Por lo que el gobernador señaló que este artista dejó un ejemplo de fuerza al sobreponerse a la enfermedad del mal de Parkinson, padecimiento que no le impidió seguir pintando.
Por ello, Eruviel Ávila expresó a nombre de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la solidaridad de estas instituciones a los familiares de Leopoldo Flores, especialmente a su esposa. Por su parte, el rector Jorge Olvera manifestó que el maestro Leopoldo Flores fue un ícono de la cultura que dejó un magnifico legado a la humanidad, por la cual luchaba y creaba, y mencionó que su muerte equivale a la partida de Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, porque su obra siempre se vio inmersa en el reclamo social y expresar lo que el pueblo no podía decir.