Malinalco

Monografía

Nomenclatura

Denominación

MALINALCO

Toponimia

El nombre de Malinalco se compone de malinalli,  planta gramínea llamada “zacate del carbonero”, con ellas se hacen las sacas del carbón y las cuerdas o mecates con que las atan; de xóchitl: “flor” y de co: “en”, significa: “Donde se adora a Malinalxóchitl, la flor del malinalli”.

Escudo

El nombre de Malinalco refiere al tolnapohualli o calendario azteca y corresponde al duodécimo signo de los 20 del mes, es decir malinalli, según los Anales de Quauhtinchan. Otro jeroglífico, en el Códice Borgia, aparece el duodécimo día malimalli con la bandera pámitl, que se refiere al sacrificio humano y a la muerte. Por su parte el Códice Boturini, lo designa como Tira de la Peregrinación. En Matrícula de Tributos (Códice de Moctezuma), el toponimo de Malinalco se interpreta por un cráneo humano rematado por seis estilizaciones de la planta malinalli florecida, éste se utiliza oficialmente.

Malinalco no cuenta con un escudo en el sentido clásico de la palabra. Lo reemplaza más bien  un logotipo que se utiliza en la papelería de los documentos oficiales del ayuntamiento y cuyo entorno varía con las fechas de cada periodo de la administración política. Su dibujo es bastante reciente y fue elaborado por Ernesto Romero Tetatzin en 1985: condensa un escudo  de la nación mexicana que rige una figura que representa un bulto que simula un personaje o una montaña bajo la flor de malinalli. Enmarcado con las palabras “Tu arqueología, constancia de nuestra raza, cultura y trabajo”. A la izquierda la palabra “Malinaltepetl”.

malinalco

Historia

Reseña Histórica

Los primeros poblamientos en la región de Malinalco se registran en la época del “Posclásico temprano y el inicio del Tardío” época de movimientos de pueblos en el altiplano y de otras naciones procedentes de la “Frontera Norte de Mesoamérica”. Según Luis Galván Villegas, la noticia más antigua de Malinalco es cuando fue colonizado por un grupo culhua encabezado por Cuauhtepexpetlatzin que se acababa de establecer en Culhuacán; aquél considera que se dio en el siglo XII, “cuando los toltecas ocupan Culhuacán en la Cuenca de México”, Galván Villegas agrega: …para ese tiempo Malinalco ya estaba poblado con gente de raigambre matlazinca, y tal vez los ocuiltecos eran vecinos ya que la lengua matlazinca se deriva del otomí suriano y el ocuilteca a su vez del matlazinca. Por otro lado, José García Payón asegura que en el México antiguo, Malinalco formó  parte del área matlazinca y que inclusive su habla se conoce  que existía desde el año 600 d.C.

A Malinalco llega el monarca chichimeca Xólotl, ésto en el año ce-técpatl. Fernando de Alba Ixtlilxóchitl, en la sumaria relación de las cosas de la Nueva España, explica las actividades de este rey que con un gran contingente pobló, repartió territorios y muchos de ellos ocupados antes por los Toltecas quienes estaban en plena decadencia. Asimismo, menciona que Xólotl entregó  los territorios a sus nobles  y de qué manera los chichimecas fueron poblando vastas regiones. Al cabo de un periodo de cierto entendimiento entre los aztecas y los malinalcas, posteriormente, en 1476, los aztecas bajo el mando de Axayácatl, sojuzgaron a los pobladores vecinos de Tenochtitlán, ésto es comentado por diversas fuentes, entre ellas la de Sahagún, en su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España.

A la llegada de los españoles, Malinalco se comportó contrario a esta invasión y conquista; Andrés de Tapia tuvo el encargo de hacer rendir a los de Malinalco y Ocuilan (después de la noche triste).La tierra recién pacificada se organizaría en el régimen de encomiendas; en Malinalco las primeras fueron otorgadas a Cristóbal Rodríguez de Ávalos y a la Corona. Fue Cristóbal Rodríguez, encomendero ejemplar, quien influyó en la tarea evangelizadora y apoyó para la edificación del convento. Los franciscanos, primeros encargados de la trascendente tarea misionera a partir de 1524, van recorriendo las tierras recién conquistadas; en 1526 el arribo de los dominicos amplía la red evangelizadora.

Sería hasta la llegada de los agustinos en 1533, la última órden en llegar y a ella se le designa Malinalco, ya que estos frailes se instalan en esa red misionera cerrando los huecos territoriales que les habían dejado los franciscanos y los dominicos. Los agustinos se dirigen primero a Ocuilan, fundación que se completa con la de Malinalco después de la Reunión o Capítulo 1540; ésto conforme a las reglas que establecían que el costo de los monasterios sería asumido en su mayor parte por el encomendero, en este caso por Cristóbal Rodríguez, altruismo que les es reconocido, dándole al monasterio de Malinalco, el nombre inicial de “San Cristobal” ahora del Divino Salvador.

La iglesia convertida en parroquia, contó con apoyo en la atención a los feligreses, gracias a la erección posterior de capillas; es probable que en un principio las edificaciones estuvieran hechas con techos de paja en cada uno de los barrios y en ciertos pueblos, sumando once en total; buenos ejemplos de ello son San Nicolás Tolentino y Jesús María en el actual pueblo de San Nicolás.

Por otro lado, la hacienda de Jalmolonga fue la más importante de la región de Malinalco, formó parte de la Encomienda otorgada a Cristóbal Rodríguez en los años inmediatos a la conquista; la historia se precisa cuando los jesuitas penetran en el territorio al adquirir lo que ya era ingenio o trapiche de Jalmolonga; la actividad azucarera ampliamente redituable devino en uno de los muchos quehaceres que los jesuitas usufructuaron en el beneficio del sustento de su colegio capitalino de San Pedro y de San Pablo, ya que el trapiche de Jalmolonga se unían otras haciendas en el actual estado de Morelos como la de Cuauhtla; el esfuerzo de estos clérigos fue apoyado por la Corona con tierras y donaciones en efectivo.

La expulsión de los jesuitas trajo trastornos para la región; a pesar de que la Corona se encargó de atender a los bienes que daban sustento a los colegios eregidos por la orden, las nuevas situaciones obligaron a la Corona a liberar dichos bienes; ésto se llevó a cabo por decreto de Carlos III; sin embargo, esta hacienda no dejó su productividad al olvido siendo la misma en 1775, año en que fue adquirida por el conde de Regla, Manuel Romero de Terreros.

Por otra parte, la evangelización de Ocuilan al igual que la de Chalma estuvo a cargo de los frailes agustinos; se sabe que el lugar de la aparición de Chalma fue precisamente el centro del peregrinaje donde se rendía culto a Oztoteotl y que según el historiador Romero Quiroz se trataba de un Santuario dedicado a Tezcatlipoca y sitio de sacrificios humanos; también se menciona que en conocimiento de los agustinos la continuidad de estas prácticas probablemente obligó en 1573, a Fray Nicolás de Perea y Fray Sebastián de Tolentino, por medio de rezos y prédicas, a configurar el milagro.

Los primeros habitantes del santuario fueron dos hermitaños: Bartolomé de Jesús María, quien radicó en este sitio en 1623, al que más adelante lo acompañó  Fray Juan de San José, ambos edificaron una pequeña capilla. Estos eremitas, entre oraciones y penitencias atrajeron poco a poco a los peregrinos; los santos varones iniciaron la construcción de un pequeño convento que siguió bajo el cuidado de los agustinos. Se debe recalcar que al Santo Cristo de Chalma se le rindió culto en la cueva de aparición durante más de un siglo y que parte del templo actual ocupa el sitio de la iglesia inicial cuya edificación se concluyó en 1683.

Para los tiempos de la Independencia es necesario mencionar la estancia de Don José María Morelos y Pavón en Malinalco el 8 de enero de 1813; en esta localidad firmó un documento, el cual según Javier Romero Quiroz, “es considerado como una histórica constancia de su conocimiento de las Leyes Indias, inspiradoras en gran parte de sus convicciones agrarias”; dicho documento “ordena que se devuelva a México una carta del cabildo eclesiástico en la que éste pedía donativos para ayudar en la guerra peninsular contra los franceses”.

Al organizarse México como nación independiente, Malinalco, que durante la Colonia fue alcaldía mayor, se convirtió en partido y fue dotado de un ayuntamiento. En una Memoria presentada el 26 de marzo de 1834, por el gobernador del Estado de México se presentó a la Legislatura local un informe completo de la situación en que se hallaba la industría agrícola, fabril y mercantil.

Después de la guerra de Reforma que puso fin al gobierno conservador y llevó al poder a Benito Juárez, los jefes reaccionarios y gavillas siguieron peleando durante los primeros meses de 1861; como refugio tenían las montañas de Ocuilan y Malinalco. Con la aplicación de las leyes de Reforma, los edificios, propiedades eclesiásticas y demás pasaron a manos del estado; en toda la república se aplicó la ley de desamortización de bienes eclesiásticos y en Malinalco, los conventos agustinos continuaron funcionando a la comunidad, pero su dueño era, sin duda, el estado.

Durante la Revolución, por la proximidad de Malinalco con el estado de Morelos tuvo que ser participe de los embates revolucionarios y se unió al bando zapatista. Los de Malinalco al tener descontentos con el gobierno de Porfirio Díaz y el del gobernador del Estado de México, Fernando González, el cual seguía la misma línea del primero, vieron la forma de rebelarse cuando las fuerzas de Emiliano Zapata irrumpieron en la zona, el 10 de abril de 1912, según Gómez Brito, antiguo cronista de Malinalco; tal vez, hay un error en el año, pues Antonio Gutiérrez dice que la llegada de los zapatistas a Malinalco fue en ese mes,pero en 1911.

Los malinalquenses se pusieron a las órdenes del general de división Genovevo de la O; por otra parte, se dice que el joven médico Gustavo Baz Prada tomó parte en la toma de Malinalco por los zapatistas, todo ello se encuentra explicado en el libro de Gómez Brito, Síntesis histórica de Malinalco. En 1913, tanto zapatistas como carrancistas se disputaron el control de la zona, el 23 de abril de ese año se informó que había “una gran cantidad de rebeldes y que sus avanzadas llegan hasta cuatro kms. de la hacienda de la Tenería”.

Durante el periodo de Victoriano Huerta, Malinalco permaneció leal a las fuerzas zapatistas. El gobierno trató de erradicar los brotes revolucionarios y recomendó a los hacendados comprar armas para defenderse, sin embargo la respuesta fue nula, ya que temían a los revolucionarios.

Personajes Ilustres

Luis Mario Schneider.
Nació en Argentina en 1931 y murió en México en 1999, Doctor en Letras por la UNAM, trabajó como investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM y como miembro del Sistema Nacional de Investigadores (III nivel) desde 1985, se menciona en este apartado porque vivió alrededor de veinte años en el municipio de malinalco, en el cual fue cronista; fue especialista en Literatura Mexicana e Hispanoamericana; enseñó y dictó conferencias en universidades nacionales y extranjeras. Su novela la resurrección de Clotilde Goñi obtuvo el premio “Xavier Villaurrutia” en 1977. En 1998 apareció Refugio, otra de sus novelas. Dentro de su labor de rescate preparó ediciones, antologías y obras completas de escritores como Jorge Cuesta, Efrén Hernández, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer, Octavio Paz, entre otros. En 1992 obtuvo el premio “Luis Cardoza Aragón” con su libro José María y Petronilo Monroy, los hermanos pintores de Tenancingo; en 1996, el Premio Universidad Nacional Autónoma de México en el área Creación Artística y Extensión de la Cultura y el mismo año el Gobierno del Estado de México le hizo merecedor de la Presea Estado de México en el área de Artes y Letras “Sor Juana Inés de la Cruz”.

José María Yermo y Parres.
Nacido en la hacienda de Jalmolonga el 10 de noviembre de 1851 y falleció el 20 de septiembre de 1889 en Puebla, el mismo día de su nacimiento fue bautizado en la capilla de dicha hacienda, a los 50 días de su nacimiento quedó huerfano de madre y su padre lo transladó a la ciudad de México; en 1853 fue confirmado en la capilla del Señor de Burgos del Convento de San Francisco y en 1860 hizo su primera comunión. En 1865 inició sus estudios de gramática latina bajo la orientación del presbítero José María Márquez y el 9 de mayo de 1867 ingresó como novicio en la congregación de San Vicente de Paul, donde permaneció hasta 1870; entre 1871 y 1872 asistió en calidad de catequista a varias misiones y luego sirvió como familiar al arzobispo Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos. En 1874 volvió a la congregación y pasó a Guanajuato; en 1876 recibió las cuatro órdenes menores, renunciando después a ellas, excepto al voto de castidad. Para 1878 solicitó y logró la presentación del juramento, el 25 de septiembre fue admitido como domiciliario del arzobispado de México; Capellan de coro y segundo maestro de ceremonias en 1879; diácono el mismo año; prosecretario de la mitra en 1881; secretario en 1882. En 1885 fundó, en León de los Aldamas, el Instituto de Siervas del Sagrado Corazón y de los Pobres. Pasó a Puebla el 19 de julio de 1889 y falleció allí. El 4 de abril de 1978 la iglesia diocesana del pueblo de los Ángeles y las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, pidieron al Papa Paulo VI la beatificación y canonización del padre Yermo y Parres. La figura del Padre, después de haber pasado por el grado de venerable y de Siervo de Dios, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II durante su segunda visita a México en 1990, junto a los nombres de Juan Diego y los tres niños Mártires de Tlaxcala.

Cronología de Presidentes Municipales

Presidente MunicipalPeriodoPartido
C. Hermenegildo Pedrozade 1940 a 1941
C. Lucas Guadarramade 1942 a 1943
C. José Zepeda Navade 1944 a 1945
C. Manuel Vázquez1946
C. Dionicio Orihuelade 1946 a 1948
C. Agustín Acevedode 1949 a 1951
C. Arturo Orihuela1952
C. Gabriel Martínez1952
C. Arturo Orihuela García1953
C. Rosendo Muciño1953
C. Gabriel Martínez1954
C. Bernardo Jurado Lara1955
C. Alberto Salazar Gordillode 1955 a 1956
C. Agustín Acevedo1956
C. Bernardo Jurado Lara1957
C. Fortino Parra Reynosode 1958 a 1960
C. Juan Tecayehuatl1958
C. Manuel Hernández Becerrilde 1961 a 1963
C. Arnulfo H. Figueroade 1964 a 1966
C. Abelardo Reynoso Cerónde 1967 a 1969
C. Armando Romero Torresde 1970 a 1972
C. Moisés Castañeda Míchuade 1973 a 1975
C. Alfredo Jaramillo Varonade 1976 a 1978
C. Reyes G. Serrano Cerónde 1979 a 1981
C. Facundo Enrique Pliego Orihuelade 1982 a 1984
C. Rosendo Melgar Ávilade 1985 a 1987
C. Oscar García Orihuelade 1988 a 1990
C. Eduardo Guadarrama Juradode 1988 a 1990
C. Loreto Pérez Ayalade 1991 a 1993
C. Rogelio Juarez Cardeñodel 01-Ene-1994 al 31-Dic-1996PRI
C.P. Guillermo Vergara Martinezdel 01-Ene-1997 al 17-Ago-2000PRI
C. Roberto Poblete Rodriguezdel 18-Ago-2000 al 17-Ago-2003PRI
Ing. German Amilpa Orihueladel 18-Ago-2003 al 17-Ago-2006PAN
C. Armando Reynoso Carrillodel 18-Ago-2006 al 17-Ago-2009APM
C. Gerardo Baldemar Chaqueco Reynosodel 18-Ago-2009 al 31-Dic-2012C.C.
C. Vidal Perez Vargasdel 01-Ene-2013 al 31-Dic-2015CPEM
C. Gerardo Baldemar Chaqueco Reynosodel 01-Ene-2016 al 31-Dic-2018PRI
C. Roberto Cabañas Pobletedel 01-Ene-2019 al 31-Dic-2021COAL.
C. Juan Antonio Mendoza Pedrozadel 01-Ene-2022 al 31-Dic-2024PVEM

Créditos

  • Nomenclator de localidades del Estado de México, 1995.
  • Plan de desarrollo municipal 1997-2000 de Malinalco,Ayuntamiento de Malinalco, 1997.
  • Schneider, Luis Mario. Monografía municipal de Malinalco, Edit.Instituto Mexiquense de Cultura, Toluca, Estado de México, 1999, 162 pp.
  • Reglamentación Municipal del Estado de México, 1995.
  • Ayuntamiento de Malinalco.

    Jesús Josué Severo Sánchez.