Jiquipilco

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Nomenclatura

Denominación

JIQUIPILCO

Toponimia

La etimología de la palabra Jiquipilco, proviene del idioma mexicano: Xiquipilli: “lugar de costales o de alforjas”. Olaguibel traduce: “Xiquipilco significa ocho mil y se representa por una bolsa, lugar donde se hacen bolsas o costales para el cacao, que servía de moneda”. Hacía 1552, los franciscanos que evangelizaron la región, le dieron el nombre cristiano de San Juan de las Huertas, dada la gran variedad de árboles frutales, identificándose actualmente como San Juan Jiquipilco.

Escudo

El glifo está compuesto por el símbolo usado para representar un cerro y en su interior la figura de una bolsa de ixtle adornada con los elementos siguientes: Una ala de ave que significa poder, una lagartija negra que representa al señor de Jiquipilco Tlicuetzpalin (Lagartija Negra) y cañutos de zacate empapados de sangre que eran depositados en el Xiquipilli durante las ceremonias de autosacrificio.

Historia

Reseña Histórica

Los hallazgos de restos de mamut, objetos de piedra o de obsidiana, que se han realizado en las comunidades de Santa Cruz Tepexpan, Santa María Nativitas, San Felipe Santiago, San Miguel Yuxtepec, que comúnmente son llamados por la gente como huesos de gigante, demuestran que hubo asentamientos humanos en esos lugares. Las primeras noticias de los otomíes aparecen en el año de 3 Toctl (1274) a.C., cuando ocurrieron las migraciones de Xicomostoc, lugar mitológico donde partieron en peregrinación las siete tribus que se establecieron a lo largo y ancho del territorio mexicano, en su recorrido pasaron por Jilotepec, Acxotlán, Tepexí y Xiquipilco, las hordas otomianas que se implantaron en la serranía de Jiquipilco, sobrevivieron con la recolección de frutas silvestres y con la casa de animales como el mamut. Después de muchos años formaron parte de un señor muy importante, que pertenecía a los siete pueblos más grandes y poderosos que vivían en serranía, junto con los pueblos de Jilotepec, Jocotitlán, Cahuacan, Xila y Mazahuacán. Durante las invasiones tarascas que pretendieron conquistar el valle matlatzinco, ocurrió un combate en terrenos de Jiquipilco en 1442, donde los tarascos al mando de su señor Pandecuare, logran penetrar hasta el pueblo de Jiquipilco siendo derrotados, por el gran guerrero Tlicutzpalin, causándoles una baja de 16,000 hombres, a partir de este momento el gobernante de los tarascos se convierte en aliado del pueblo de Jiquipilco. En el 12 Toctl (1478), fecha en la que ocurre la invasión azteca al valle matlatzinco hace su aparición Azayácatzin, príncipe azteca quien tuvo un combate personal con Tlilcuetepalin “Lagartija Negra”, cuyo triunfo estuvo a favor del gobernante de Xiquipilco, mediante un combate de tajo que le practicó en una pierna y que lo dejo invalido para el resto de sus días. A la llegada de los españoles a tierras del valle de Toluca, Gonzalo de Sandoval, conquistador incansable quien era el brazo derecho de Hernán Cortés, se comprometió a que en menos de quince días sometía la provincia de Xiquipilco, pero se topó con un pueblo habitado por hombres recios que preferían morir en el campo de batalla antes de verse vencidos y doblegados. En el enfrentamiento entre otomíes y españoles hace su aparición un notable guerrero de esta pequeña patria a quien se le conocía con el seudónimo “Cabeza de Piedra”, que era muy hábil en el manejo de la honda, “Cabeza de Piedra” junto con otros de sus compañeros les causaron una considerable baja de corceles y gente al ejército de Sandoval. El combate más sangriento tuvo lugar en el paraje denominado “Dongu”, donde el ejército de Sandoval perdió más de 300 hombres, en vista de tan enorme pérdida pidió refuerzos y en menos de tres días hace su aparición el enorme ejército de Intlixóchitl, de esta manera se logró la victoria de los españoles, pero jamas el sometimiento de un pueblo lleno de tradiciones y costumbres, que celosamente albergó sus raíces en la profundidad de su corazón. En 1553 se inicia la evangelización en el pueblo de Jiquipilco, a través de la orden de los Franciscanos, aunque desde 1538 se inició la construcción de un templo católico, siendo su primer beneficiario Fray Francisco de Aguilar. La doctrina que se impartía en Jiquipilco era la misma que transmitía Fray Juan de Zumárraga primer obispo de México en sus tres lenguas otomí, mazahua y mexicano. La parroquia de San Juan Bautista fue fundada en 1592, siendo su  primer párroco Fray Baltazar de Chávez, este quedó sujeto a la vicaría foránea de Tenango del Valle, siendo su santo patrono San Juan Bautista. En la parte norte del valle matlatzinco y en especial en el pueblo de Jiquipilco la corona española tuvo algunas dificultades en la administración debido a los frecuentes enfrentamientos entre españoles e indígenas. El corregimiento de Metepec al cual pertenecía Jiquipilco, no se daba abasto con tantos problemas, como respuesta a esta petición el virrey de la nueva España en 1622 nombra a Miguel de la Rivera gobernador de este; lugar los caciques y principales siguieron gobernando a los indígenas. Los malos tratos y la miseria en la que se encontraban los indígenas dieron por resultado una petición al rey de España en la que le donaban la campana más grande de la iglesia del pueblo como regalo a la catedral de México, a cambio de que se les desobligara del diezmo y de trabajar en las minas, dicha campana se le conoce con el nombre de “Doña María”, esta colocada en la torre oriental de la catedral de México. El 21 de septiembre de 1810, al enterarse el pueblo de la promulgación de la Independencia de México por el cura Miguel Hidalgo, se sublevó al mando del párroco de la localidad, Francisco Soria, quien simpatizaba con el movimiento insurgente; atacaron y encarcelaron a los españoles que se encontraban en el pueblo, así como los que habían en las haciendas; donde se hicieron fuertes los dueños de las fincas; pero al fin fueron vencidos y pasados por las armas. A principios de mayo de 1812, se tiene la presencia en Jiquipilco de Francisco López Rayón a través de las fuerzas de los hermanos Atilano García y Epifanio Sánchez, oriundos de la comunidad de Moxteje; muchos campesinos se convirtieron en soldados de la patria armándose de palos y segadoras se lanzaron a defender la tierra mexicana. En 1820 se obliga a Fernando VII jurar la Constitución de Cádiz, apresurados los acontecimientos esta vez dirigidos ya por la llamada oligarquía criolla. Iturbide es nombrado jefe del ejército y dos años más tarde siendo emperador de México, con fecha 27 de septiembre de 1828, emite una ley elevando al pueblo de Jiquipilco al rango de municipio, el consejo quedó integrado de la manera siguiente: alcalde Miguel Bernal de la Rivera, síndico Gustavo Navarrete Rodríguez, primer regidor Roberto Bermúdez González y segundo Regidor Rafael Ordoñez Mondragón. Durante la intervención francesa salieron de Jiquipilco dos contingentes hacia la ciudad de Toluca para formar parte de las fuerzas liberales que se encargarían de defender el estado de México de los franceses. El primer contingente formado de 271 soldados, salió  el 5 de octubre de 1865, encabezado por las siguientes personas: José González Ortega teniente; Trinidad Navarrete sargento; Felipe Dávila cabo, José Cortes cabo; el segundo contingente formado por 244 soldados, solió el 25 de octubre de 1866, encabezado por las siguientes personas: Juan Navarrete, capitán;  Arturo Ramírez, teniente; Felix, sub teniente; Norberto Arzate, sargento; Luis Rojas, cabo; Julián Monroy cabo y Florencio Pérez cabo. El 20 de noviembre de 1875, por decreto el territorio del estado de México se dividió en 17 distritos electorales, para el nombramiento de diputados; Jiquipilco fue sede del cuarto distrito electoral, siendo su primer diputado Luis González Salazar. Al iniciarse el Porfiriato en 1876, la situación que atravesaba la municipalidad de Jiquipilco era difícil y angustiosa, la mayor parte de la tierra había sido acaparada por las haciendas, existía un atraso en la técnica agrícola, falta de garantías para los campesinos y deficiente educación. La gente humilde vivía en chozas de palizada, con techo de tejamanil, las casas del centro del pueblo eran de adobe con amplios corredores los que lucían hermosas geranios. El movimiento revolucionario no pasó desapercibido  en Jiquipilco,  debido a que éste pueblo fue punto de tránsito hacia la ciudad de México, por tal razón con frecuencia era invadido por gavillas de maderistas, zapatistas y carrancistas quienes saquearon las haciendas y algunas de las casas más prosperas, cometiendo una serie de desmanes; el pueblo resentido por los abusos y atropellos cometidos por los zapatistas, se organizó a través de un grupo de voluntarios para hacerles frente, el grupo de voluntarios estuvo a la orden de Atanacio Chávez de Rosas, Odon Hernández Flores, Adrián Chávez Rosas, José Arzate, entre otros. Las demás comunidades del municipio fueron tomando el mismo ejemplo: en Santa María Nativitas se encontraba Fortino Navarrete, en Mañí Vidal González y En San Bartolo Oxtotitlán José Robledo, a finales de 1914 Genovevo de la O.  solicitó al secretario general de gobierno del estado de México, que se le pusiera en Ixtlahuaca un tren especial para conducir 400 hombres de caballería a Toluca. Así mismo, comisionó al teniente coronel Sánchez  Galán para que se encargara de reunir gente a caballo que estuviera dispuesta a defender a su patria, en los pueblos de Jiquipilco y Jocotitlán. Al finalizar la revolución Mexicana, el pueblo de Jiquipilco es asolado por una fuerte epidemia de viruela acompañada de gripe, el campo había sido abandonado y familias completas perecían de hambre y  enfermedad. En el mes de diciembre de 1922 se hizo la fundición de la campana mayor de la parroquia de San Juan Jiquipilco y su bendición fue el 6 de enero  de 1923, se debió esta importante mejora al párroco Leoncio Estrada. En 1926 las principales vías de comunicación eran los caminos de herradura a Ixtlahuaca y a la capital del estado, el tráfico para autos sólo se hacia en tiempos de secas, recorriendo diariamente un camión, pero al comenzar las lluvias se sustituía este medio del transporte por el caballo y el burro. El 18 de octubre de 1929, siendo presidente de Jiquipilco Emilio Becerril, se adquirió el reloj de la torre de la parroquia de San Juan Bautista; dicha joya es de origen alemán y fue inaugurado por el gobernador del estado Filiberto Gómez. En 1939 existía una planta de luz y fuerza, movida por el líquido cristalino del manantial vidado. En el período de Alfredo del Mazo Vélez (1946-1951), da inicio la construcción de la carretera Jiquipilco-Ixtlahuaca, a base de trabajo (1949-1950). El 3 de marzo de 1963, la comunidad de Loma Hidalgo se eleva a la categoría de pueblo, en 1968 se realizan la construcción de la escuela primaria “Licenciado Benito Juárez” de la cabecera, construcción de la escuela primaria de manzana quinta e introducción de la energía eléctrica al ejido de Buenos Aires. En 1970-1972 se da la construcción del palacio municipal, la introducción de energía eléctrica de la Manzana Segunda de la cabecera municipal, se inicia la construcción del  hospital de Jesús de Santa Cruz Tepexpan y se genera la introducción de agua entubada en varias comunidades del municipio, de 1973 a 1975 se hace la remode lación del pueblo de Jiquipilco y se funda la escuela primaria de Santa Cruz Tepexpan. En 1982-1984, se funda el auditorio municipal; en los años de 1985-1987  la biblioteca Carlos Hank González y el archivo histórico del municipio.

Personajes Ilustres

Mérito Cívico Tlilcuetzpalin (1450-1479) Señor de Jiquipilco, combatió contra la invasión azteca, se enfrentó en un combate cuerpo a cuerpo con Axayácatl, al cual dejó invalido para el resto de su vida. Epitacio Sánchez García (1785-1821) Insurgente destacado durante la lucha de la Independencia. Bartolomé Ballesteros Navarrete (1828 – 1878) Reformador del telégrafo y “El pararrayos”, que descubriera el eminente científico Benjamín Franklin en 1752. Atanacio Chávez de Rosas (1869 – 1917) Encabezó un grupo de voluntarios que defendieron a Jiquipilco durante la época Revolucionaria. Humanistas  Fray Francisco Aguilar Martell. Misionero evangelizador que implantó la cruz en Jiquipilco en 1552, incansable humanista que protestó contra los ultrajes.

Cronología de Presidentes Municipales

Presidente MunicipalPeriodoPartido
C. Epimaco Navarrete Ordoñez1940
C. Genaro Reyes Hernández1941
C. José Becerril Jacintode 1942 a 1943
C. Wilfrido Bernal Navarretede 1944 a 1945
C. Alberto Navarrete Citde 1946 a 1947
C. Maximiliano Castillo Medina1948
C. Alfredo Gómez Leónde 1949 a 1950
C. Efrain Arzate Garcíade 1951 a 1953
C. Leovigildo Chavez Castillode 1954 a 1957
C. Ezequiel Robledo Vilchisde 1958 a 1960
C. Emiliano González Medinade 1961 a 1963
C. Eleuterio Becerril Gonzálezde 1964 a 1966
C. Daniel Becerril Quijadade 1967 a 1969
C. Gonzalo Calzada Alcántarade 1970 a 1972
C. Miguel De Rosas Reyesde 1973 a 1975
C. Roman Chávez Hinojosade 1976 a 1978
C. Pedro Carmen Ramírezde 1979 a 1981
C. Antonio Medina Sánchezde 1982 a 1984
C. Antonio Chavez Becerrilde 1985 a 1987
C. José De Rosas Reyesde 1988 a 1990
C. Antonio Escobar Soterade 1991 a 1993
Profra. Sonia Becerril Quijadadel 01-Ene-1994 al 31-Dic-1996PRI
C. Enrique Galicia Hernandezdel 01-Ene-1997 al 17-Ago-2000PRD
C. Pablo Davila Delgadodel 18-Ago-2000 al 17-Ago-2003PRI
Med. Pablo Davila Sanchezdel 18-Ago-2003 al 17-Ago-2006APT_
C. Carlos Sanchez Sanchezdel 18-Ago-2006 al 17-Ago-2009CCC
Lic. Jorge Navarrete Aviladel 18-Ago-2009 al 31-Dic-2012C.C.
C. Jesus Aguilar Hernandezdel 01-Ene-2013 al 31-Dic-2015CPEM
C. Marisol Gonzalez Torresdel 01-Ene-2016 al 31-Dic-2018PRI
C. Marisol Gonzalez Torresdel 01-Ene-2019 al 31-Dic-2021PRI
C. Felipe De Jesus Sanchez Daviladel 01-Ene-2022 al 31-Dic-2024COAL.

Créditos

  • AHMJ/Serie Salubridad y Asistencia/vol.1/Exp.4/2FS/1894 C. Hemerográficas. B. Documentales.
  • Gobierno del Estado de México, personajes prehispánicos del Estado de México, serie identidad estatal, N° 12, Dirección General de Comunicación Social, Toluca, México, 1985, 31pp.
  • Gómez León, Alfredo. “Alfredo Gómez León y su paso por Jiquipilco”, (inédito), 1956, 156pp.
  • Gutiérrez Arzaluz, Pedro, “El monte Sagrado de los Mazahuas” en Ateneo, Revista Cultural, N°4/Toluca, México, 1991, 57pp. T. XXI.
  • Hernández Navarrete Ricardo. Monografía de Jiquipilco, Gobierno del Estado de México, Instituto Mexiquense de Cultura, 1997, 90pp
  • Miguel I. Vergés, José María. Diccionario de Insurgentes, Edt. Porrua, S.A. México, D.F. 1980, 623pp.
  • Navarrete Gómez Roberto, Partenón, Suplemento Cultural, Décimo Aniversario de la Revista “Agora”, 1998,pp.
  • Villaseñor y V.. Alejandro, Biografía de los Héroes  y Caudillos de la Independencia, Edit. Valle de México, S.A. de C.V. México, D.F. 1984, 576pp.
  • H. Ayuntamiento de Jiquipilco.

    Lic. José Luis Alanis Boyso. Lic. Alberto Ramírez González. Lic. Ricardo Hernández Navarrete, Cronista Municipal. D.G. Irma Bautista Herrera. Mauro Sergio Hernández Gaona. Beatriz Bernal Escamilla. L.A.E. Alejandro Agallo Celaya.