Almoloya de Alquisiras

chcochoxphxcty

Noticias

[display-posts tag=”Almoloya de Alquisiras” image_size=”thumbnail” wrapper=”div” wrapper_class=”display-posts-listing grid” meta_key=”_thumbnail_id” posts_per_page=”6″]

Nomenclatura

ALMOLOYA DE ALQUISIRAS

Denominación

Almoloya de Alquisiras

Toponimia

Almoloya deriva del náhuatl con las siguientes raíces etimológicas: atl que significa “agua”, molloni “manar” y yan “lugar”; que en su conjunto significa: “Lugar donde mana el agua” (Los autores Robelo, Olaguíbel y Peñafiel coinciden con el significado). De Alquisiras, apellido que recibió el pueblo el 13 de abril de 1869, al decretar la Legislatura del Estado el traslado de la cabecera Distrital de Sultepec a Almoloya, para diferenciarlo oficialmente de los demás lugares que llevan el mismo nombre y hacer honor al único mexiquense de alcance nacional, en las luchas por la Independencia de México, en virtud de que aquí vivió y bautizó a su quinto hijo, Don Pedro Ascencio de Alquisiras.

Escudo

Se cuenta con el glifo prehispánico que distinguía a los lugares donde nacía agua, contenido en el Códice Mendocino: Una corriente de agua representada a la manera prehispánica, trifurcándose en cuyos límites hay dos caracoles y en la parte central una perla. Los colores con que se ilustra, son azul-agua y verde tierno en la parte central. El actual glifo que de manera oficial se usa, está equivocado al agregársele un brazo en la parte superior.

 

Historia

Reseña Histórica

Refiriéndose a los lugares en que por vez primera se asentó el hombre y que corresponde al territorio del actual municipio, podemos afinar que los pueblos de mayor antigüedad son: Aquiápan, Tepetitlán y Aguacatitlán, con asentamientos menores en Totoltepec, Pachuquilla, Jaltepec y cerro de Tlapexco. En el actual territorio habitaron matlatzincas, después los cohuixcas, los náhuas y muy probablemente los purépechas. Estos pueblos estuvieron localizados en medio de dos grandes señoríos que se disputaban el territorio: Texcaltitlán, cuyas posesiones llegaban hasta el actual Valle de Bravo, Tejupilco, etcétera y Xahualcingo que se dilataba desde Chiquiuntepec, Coatepec Harinas, hasta Zacualpan, y estaba ubicado aproximadamente donde ahora es Huizoltepec. Ambos señoríos, rendían tributo a la Triple Alianza Tenochtitlan-Tacuba-Texcoco, ya que desde los años de 1435-1439, fue conquistado el pueblo de Zacualpan, por su ubicación estratégica de paso hacia las zonas algodoneras y salineras de Lahuiztlán y Teloloapan, el primero de los cuales, por su rebeldía, fue arrasado totalmente por los aztecas y vuelto a poblar con mexicas. Según el Códice Talleriano Remensis, el año 1496 Ahuizotl, conquistó Sultepec, hecho seguramente muy significativo para la región, aunque la conquista de todo el occidente del actual Estado de México fue consolidada por Axayácatl diez años antes. Esta ubicación, hacía que fuera objeto de constantes incursiones de los dos bandos, manteniendo constante vigilancia en las alturas, como consta en la cima norte de la peña de Aguacatitlán en donde aun puede apreciarse un talud y basamento, con bastante pedacería de vasijas de tipo teotihuacano. La gran mayoría de lugares tiene nombre en náhuatl y sólo un pequeño cerro en términos de Tepetitlán es nombre Cóporo, que en purépecha significa “jorobado”, esos puntos de observación fueron habitualmente utilizados, trescientos años después por Pedro Ascensio de Alquisiras. Desde ahí podía observarse cualquier intento de invasión y dar aviso oportunamente. De esta época data un momoscle (adoratorio) en un pequeño cerro ubicado en la base de la enorme (poco más de 3000 metros msnm) montaña que llamamos Peña de Aguacatitlán, junto al pueblo de ese nombre y que no ha sido explorado por personas expertas y sí muy saqueado por gentes inexpertas. También de ese tiempo, un enorme ahuehuete (Taxodium Mucronatum) Desde luego, las lenguas que se hablaban, correspondían a las etnias existentes, siendo lengua franca el náhuatl y lengua mayoritaria el matlatzinca. Recibían este nombre por la inveterada costumbre de utilizar redes para todas sus actividades, incluso para sus ceremonias religiosas. Matla, significa “red”, y todos los autores registran sus usos que iban desde hondas para lanzar con gran fuerza piedras de diferente tamaño, redes para pescar, como aún se usan en el Valle de Toluca hasta la actualidad, a manera de barcinas que son redes a las que se les hecha pasto seco o hiervas que hacen forma de colchón y que sirven para transportar loza de barro que son muy delicadas. El maíz principal producto matlatzinca, reconocido desde entonces, como el mejor de México, era desgranado de la mazorca metido en puñados en la consabida red y aporreado en piedras, para obtenerlo. Se habla también que los enemigos capturados en las guerras, eran sacrificados a su dios “Cuecuex”, metidos en una red, que era retorcida cada vez más, hasta que el sacrificado reventaba. Este dios, era el mismo que se adoraba por toda la familia otomiana, principalmente en Jocotitlán, llamado Oztotéotl y que tenía un famoso adoratorio en Chalma, hacia donde se dirigían muchas peregrinaciones y que fue hábilmente aprovechado por los sacerdotes católicos, sustituyéndolo por un Cristo. También, Oztotéotl se relaciona con los muertos hechos dioses. En él, radica el origen de nuestra costumbre de “muertear” el último día de octubre y el 1° de noviembre, celebración que difiere de lo que acostumbra en la altiplanicie (nosotros pertenecemos a la cuenca del río Balsas). Los matlatzincas no constituyeron un pueblo conquistador, aunque fueron enemigos de los purepechas y también resistieron a las envestidas mexicas. A raíz de la ya mencionada invasión de Atzayácatl, todo el valle del matlatzinco se nahuatlizó, dominando la mentalidad y control azteca. Las rivalidades contra los de Michoacán, habría de trascender hasta la conquista española. La cabecera municipal, en ese entonces no existía, era lo que se llama un mal país, en donde nacía agua por todos lados. La llegada de los españoles llenó de temor a todas las etnias existentes entonces, principalmente para los mexicas, contra quienes se quejaban todas las demás, con razón, pues su dominio era férreo y despiadado. Muy pronto, a petición de Cortés, Moctezuma mandó una expedición a Zacatula, región en donde abundaba el oro en placeres, esto es, en los lechos de los ríos, atravesaron provincias muy extensas y visiblemente ricas, al decir del español Gonzalo de Umbría. Una de ellas, fue la región de Xahualtcingo, gobernada entonces por un señor Chimalpopoca, quien hábilmente advirtió el poderío de los recién llegados, así como también la oportunidad de sacudirse el yugo mexica. El cronista Estrada Carrión, nos relata como hacía 1529, don Hernando convocó a mucha gente de las mercedes vecinas para construir el Real de Minas de Zacualpan, en los que se distinguió el cacique de Xahualtzingo, al grado de que Cortés lo apadrino dándole su apellido. Ya en la cristiandad, se le impuso el nombre de Diego Ximénez Cortés Chimalpopoca, al que hacia 1534 se le añadió el don, pues el rey don Carlos I de España y V de Alemania, el 6 de enero le concede el título de señor de Almoloya, “por la ayuda que presto a los españoles en la conquista de Michoacán y la chichimeca”, otorgándole en merced, los pueblos de Capula, Ahulavaxco, Tecontitlán, Metlatepec, Aquiápan y lo que ahora es el pueblo de Plutarco González. Esa riqueza, al paso del tiempo se diluyó, aunque sus descendientes siempre pelearon la titularidad del señorío, siendo muy reconocidos en toda la región. Fueron mineros, patronos del convento de Sultepec, etcétera. Este personaje hace que se conozca esta tierra por vez primera, llama la atención por ser la cabecera del señorío, llamándose inicialmente los Santos Reyes, aunque el tiempo y la costumbre, hicieron volver al nombre original: Almoloya, nombre al que se le agregaba “de las Cebollas”. Pronto se construyó una capilla y hacia 1540 ya se contaba con un sacerdote, es decir 4 años después de recibido el título. En la Colonia no se necesitó armas para completar la obra intimidadora hacia los indígenas, pues las enfermedades nuevas que los hispanos trajeron diezmaron la población indígena, al grado de que muchos sacerdotes temieron por su extinción. Ninguna palabra es más propia para explicarlo, quedó uno de cada diez. Las posesiones de don Diego, fueron siempre los pueblos dependientes de Almoloya, pues así se aprecia en la relación que hace el alcalde mayor de Sultepec, a don Felipe II el año de 1582; en lo futuro, serán el pie territorial para fundar la municipalidad. En 1725, se terminó un nuevo templo en Almoloya, quedando del anterior, sólo unas esculturas en relieve que aún pueden verse en los contrafuertes del fronis. El 29 de junio de 1786, nace en Acuitlapán, cerca de Taco, el hombre que nos daría su segundo apellido, Pedro Ascencio de Alquisiras. Sultepec fue siempre pueblo de españoles, por lo que las noticias llegaban ahí podríamos decir, con las reservas del tiempo, de primera mano. Lo primero fue la destitución del virrey en 1808, al inquietarse los ánimos por la prisión de don Carlos IV, por Napoleón. Este hecho sacudió las conciencias de los criollos, que vieron a los hispanos cómo violaban las más sagradas leyes. Pero el hecho más conmovedor, fue el levantamiento del padre Hidalgo, que tenía primos aquí, don Mariano y don Tomás Ortíz; quienes de inmediato tomaron las armas apoyando el movimiento. En 1812, arriba Rayón, haciendo de Sultepec el centro de los insurgentes. Con él llega el famoso doctor Coss, de los primeros periodistas mexicanos. Muchos paisanos seguramente se unen a los insurrectos, como don José Bermeo, secretario que fue de la Junta Nacional. Hace sus primeras correrías Pedro Ascencio y comienza su leyenda, que hasta ahora es de toda la región sur del Estado de México y la norte de Guerrero. En 1817, Pedro Ascencio en la comunidad bautiza a su quinto hijo dejando la hermosa lección de que además de ser el mejor guerrillero que la nación ha visto, fue un buen padre. Se une con el padre José Manuel Izquierdo, lucha al lado de su hermano Simón, se asocia muy favorablemente con el cura de Coatepec Costales, don José María Herrera y Zariñana, quien lo apoya con toda la gente de Tlatlaya. Inventa la guerrilla agraria y casi nunca fue derrotado, muy al contrario, fue el terror de los españoles. Al final de la lucha armada, vence en dos ocasiones a Iturbide; una en territorio de Sultepec y otra en Tlatlaya el 28 de diciembre de 1820, hecho que convenció a Iturbide para hacer la Independencia junto con los antiguos insurgentes. Pedro Ascencio, estuvo en el famoso abrazo de Acatempan al mando de la tropa, mientras don Vicente Guerrero, conferenciaba con Iturbide, señala la crónica que en contraste con las bien uniformadas tropas del rey, iban vestidos 400, y los demás encuerados, es decir, 3,600 insurgentes sin ropa. Ascencio, murió el 3 de junio de 1821, a tres meses de la consumación de la Independencia. Su viuda recibió una pensión de Iturbide. Por el año de 1824, la hacienda de Arcos, fue comprada por la familia Stein, mineros alemanes, de una nueva mentalidad industrial y empresarial, haciendo de su negocio, el más floreciente de la República. Aquí se procesó la famosa bonanza de la mina del Alacrán, propiedad de Roque Díaz de Zacualpan. Arcos, llegó a ser la segunda fundidora del país, sólo superada por la fundidora de Monterrey. Al adquirir la hacienda de Jaltepec el licenciado Manuel Alas, en 1848, propiedad del coronel José María Saavedra, hizo que todas sus dependencias (ranchos y pueblos), pasaran a depender de Almoloya, segregándose de Zacualpan, hecho que ha confundido a algunos historiadores, que dan ese año como de la fundación del municipio. Así, vinieron a agregarse a Almoloya Tizates, Chiltepec, Jaltepec, Totoltepec, Plan de Vigas, entre otros, que actualmente se localizan al oriente del municipio. Estos personajes, junto con don Severo Gorostieta, don José María Sánchez, don Jorge Figueroa, don José Vicente Cruz, hacían reuniones políticas con los ciudadanos más sobresalientes del estado en la hacienda de Arcos. Así, Almoloya conoció muy bien a los hermanos Simón y León Guzmán y a don Plutarco González. Manuel Alas y Juan Saavedra, fueron de los principales que apoyaron en el estado a la revolución de Ayutla, obviamente apoyados a su vez por el pueblo (los descendientes de la familia, nos han mostrado listas de personas de los pueblos que eran reclutados para defender al pueblo y las haciendas). Prueba de esto, es que hacia 1859 se apareció por el rumbo don Leonardo Márquez, quien, apoyado por el sacerdote de la comunidad se pretendió levantar en armas contra el gobierno liberal. En una rápida acción, Saavedra, que seguramente había heredado la comandancia militar, derrotó al famoso “Tigre de Tacubaya” y apresó al sacerdote. Hacia 1860, Manuel Alas se convierte en gobernador del estado, al decir del historiador Sánchez García, de manera “accidental”, no medió ningún proceso normal en su llegada a la gubernatura. Dos años después, Saavedra es diputado local Constituyente. Su hermano Manuel Saavedra es diputado federal quedándose a radicar en la ciudad de México, llegando a Ministro de Gobernación del Presidente Juárez en 1869. Se comprenderá que estos personajes eran los sobresalientes de la comunidad que en ese entonces no pasaba de ser una ranchería sin orden, ni traza; siendo Saavedra quién promovió la deliberación de las calles, primero con territorios y construyéndose las primeras casas grandes (la de don José Catarino Vilchis inició la traza). La casa que fue de don Luis Izquierdo, estaba destinada para convento y en dos predios al poniente de la plaza se iba a construir la presidencia municipal, predios que Saavedra permutó por la parte frontal del atrio de la iglesia, comprometiéndose a construirla él, como se efectuó en 1869, de manera que para entrar al templo, había que pasar primero debajo del arco de la municipalidad. Las calles fueron nombradas con flores: clavel, rosa, azucena, gladiola, etcétera. Seguramente ellos influyeron para que la Legislatura Local, decretara el traslado de la Cabecera Distrital de Sultepec, hacia nuestro pueblo, pero los sultepequenses armaron tal batahola que un año escaso duró el gusto, quedando la categoría de la cabecera municipal, no mediando para ello, ningún decreto, la honra de ser el primer presidente municipal recayó en el señor José Vicente Cruz, cuñado de Saavedra. Durante todo el siglo XIX, en manos de los señores Stein, la hacienda de Arcos se convirtió en la más floreciente industria del sur de la entidad, procesando por los años cuarenta, el producto de la bonanza que tuvo la famosa mina “El Alacrán de Zacualpan” propiedad del sureño don Roque Díaz, de quien se dice, vino hasta este pueblo el dictador Santa Anna a pedirle dinero prestado y que se dio lujos inauditos, como dice Rivera Cambas, al dilapidar de la manera más absurda nada menos que entre siete u ocho millones de pesos de aquel tiempo. Los alemanes, con una mentalidad ahorrativa, capitalizaron la situación. Hacia el porfiriato, la cabecera municipal estaba poblada por gente laboriosa y trabajadora, pues en esos tiempos había dos molinos de trigo, uno de la familia Flores y uno más grande de los Gorostieta; se registra una fábrica de cambayas en Jaltepec, la familia Camacho comenzó la fabricación de jabón, a más de ser “buscones” (gambusinos), seguidos por los Salgados quienes también extraían aceite de ajonjolí, había tres tenerías y un apreciable movimiento comercial. Dice una crónica de ese tiempo que Almoloya tenía muchos “capitalistas” y que contaba con un jardín público bien cuidado. En el Archivo del Poder Ejecutivo del Estado se encuentra (00405-V) un “Perfil de una Red Ferroviaria en Almoloya de Alquisiras”, del año de 1908, de autor desconocido; otro (0493-C) que reza: “Topografía Cuestión-Tizates. Zacualpan”, también sin autor y sin fecha. Uno más (0944-V) “Ferrocarril de Peña Sólita a Zacualpan, Méx. Escala 1:2000” del cuál se desconoce la fecha y el autor. Todo esto, nos da una idea de lo importante que llegó a ser nuestro pueblo, durante esta época. Muchos pueblos de Jaltepec hacia el oriente, vivían de sembrar las tierras de la hacienda del mismo nombre, propiedad de don Germán Alas Saavedra, último vástago del ilustre don Manuel y sobrino de Juan Saavedra Marbán. Así, Tizates, Las Mesas, etcétera sembraban “a medias” o rentadas a precios muy bajos, como puede comprobarse, por lo que los arrendatarios, no odiaban al patrón como en otros lugares, aunque obviamente, resentían los campesinos la terrible desigualdad de posesión agraria; con mayor razón las personas de Huizolotepec, quienes siempre consideraron como un despojo la antigua posesión de Capulmanca que, se ignora como se apropió primero la hacienda de Chiquiuntepec (hubo un litigo en 1790) y posteriormente, a la hacienda de Jaltepec. Destacan en la ciudad de México, los hermanos Casto Sotelo, general artillero, el coronel Ignacio y el capitán Manuel del mismo apellido; su padre, don José Silvestre, fue presidente municipal en 6 ocasiones. La revolución trajo caos y confusión, por los constantes amagos de las muchas facciones surgidas, siendo invadido el pueblo, por primera vez, por las fuerzas de un “general” Olea, en 1912. La mayor parte de 1913 y 1914, fue ocupado por zapatistas y ocasionalmente carrancistas. Como el pueblo era marcadamente de éstos últimos, el 12 de diciembre de 1915, para despedirse el zapatismo, al mando de Quintanilla quemó muchas de las casas del pueblo; ya un poco controlado el desorden, comenzó la inquietud de acabar con el latifundio de Jaltepec, encabezándolo el mismo presidente municipal de entonces don Benigno Vergara, siendo los señores de Pachuquilla y los de Tizates, los primeros en tomar de hecho las tierras de la hacienda. Al término de los pronunciamientos rebeldes, comenzó otra etapa aún más triste, pues entre 1916, 1917 y 1918, hubo “la gran necesidad” como le llaman todavía los más viejos del pueblo, esto es, que no había que comer; el saqueo era ordinario y el hambre permanente, colindando con una epidemia muy terrible de influenza española en 1919. La influencia estatal de los hermanos Gómez de Zacualpan, permite que la primera carretera que se planeó, fuera hacia su tierra, para lo que tenía que pasar por la nuestra, haciéndolo a través del entonces todopoderoso Partido Socialista del Estado de México, terminada en 1931. Vía que sirvió, para que el 11 de marzo de 1932, nos visitara el hasta ahora único presidente de la República, don Pascual Ortíz Rubio, quien junto con don Filiberto Gómez, gobernador del estado, declararan inaugurada la flamante carretera, que se hizo a pico y pala, pues no se contaba con maquinaria. El 25 de mayo de 1933, se dotó al ejido de Agua Fría con 677 hectáreas de tierra de la hacienda de Jaltepec; el 6 de junio del mismo año, 511 hectáreas a Jaltepec (pueblo); anteriormente, el 26 de septiembre de 1929, a La Unión Riva Palacio, se le habían otorgado 1372 hectáreas y un acceso de agua muy grande; así, fue repartido aquel enorme territorio de un solo dueño, siendo beneficiados los pueblos de Plan de Vigas, Las Mesas, Cuahtenco, y Tepehuajes. La mayor parte del reparto agrario, le correspondió a Huizoltepec, ya que desde antiguo reclamaban como suya a una gran parte de la hacienda, ésta se consideraba como territorio alquisirense, pero al dotárseles, como ellos pertenecen a Zacualpan, esas tierras pasaron a su jurisdicción. Los años treinta, fueron tranquilos y de recuperación, en ese tiempo dos paisanos triunfaban en la ciudad de México, don Edmundo Flores, fue revolucionario y que desde 1916 comenzó a fundir guayule para fabricar objetos de utilería, convirtiéndose poco a poco en toda una fábrica de llantas “La Mundial”, en donde los alquisirenses encontraban trabajo con toda seguridad. Se le recuerda con mucho afecto. Otro era don José Salazar, quien hizo una gran fortuna de manera muy habilidosa con movimientos financieros, en aquella primera gran devaluación del peso frente al dólar, pues encontró apoyo en nuestro también paisano y gerente del Banco Nacional, Alberto Stein. Lo que se llamába carretera, era una brecha abierta en pleno monte, sin revestimiento alguno que se tornaba intransitable en la época de lluvias, por lo que el emprendedor Ignacio Salgado, descendiente de almoloyenses, promovió la comunicación de todo el sur del estado a través de avionetas, construyéndose en los años cuarenta una pista de aterrizaje y despegue, con lo que se contó con otra vía de comunicación, que duró poco más de una década. Tres diputados ha tenido nuestro pueblo, que han sobresalido en su labor de acercamiento con el pueblo: don Ignacio Bustamante, el fundó la empresa “Dos flechas”, que transportaba los productos hacia Toluca cada semana. El licenciado Mario Colín Sánchez de una incansable labor y de contacto con el pueblo, por su influencia se construyó la escuela primaria que hasta ahora, educa a todos los niños del pueblo. En lo político sobresalió el licenciado Enedino Macedo. Volviendo al señor José Salazar, en los años treinta, donó instrumentos musicales con los que se formó una banda de música, legó al pueblo una pequeña unidad deportiva, bardeó la iglesia y el panteón de Jaltepec, donó el terreno donde está la escuela primaria y benefició a personas particulares, pues era nada menos, que el dueño de la empresa Zenit de México. La educación, dejaba mucho que desear, estaban las escuelas en condiciones lamentables, mejoraron al consolidarse los ejidos. En 1935, cada ejido construyó su escuela en el año de 1950 gobernando Alfredo del Mazo, se construyó el centro escolar “Pedro Ascencio” enorme, sólido, mucho más grande que las necesidades de esa época, dando cabida a todos los niños almoloyenses, hasta la fecha; la inauguración se hizo el 15 de abril de 1950.

Personajes Ilustres

Don Diego Ximénez Cortés Chimalpopoca. Señor de Almoloya, según la Real Cédula del 6 de enero de 1534. Pedro Ascencio de Alquisiras. Guerrillero que luchó por la Independencia de 1812 a 1821. Derrotó en más de cuarenta acciones a los españoles, distinguiéndose especialmente el 28 de diciembre de 1820, en Tlatlaya, donde derrotó a Iturbide. Sus acciones son legendarias en toda la región sur del Estado de México y norte de Guerrero. Da su nombre al municipio. Juan Saavedra Marbán. Organizador del pueblo de Almoloya territorialmente y en lo político; es uno de los fundadores de la municipalidad, constructor de la primera presidencia, derrotó a Leonardo Marques, siendo diputado constituyente del estado en 1861. Murió fabricando pólvora para el gobierno de Benito Juárez en la hacienda de San José. Manuel Alas Sardaneta. Oriundo de Guanajuato, la mayor parte de su vida la vivió en nuestro pueblo, adquiriendo la hacienda de Jaltepec en 1848. Cuatro años después, casó en segundas nupcias con nuestra paisana Esteban Saavedra. Junto con Juan Saavedra, organizó reuniones en contra de Santa Anna, lo que le valió prisión y sólo lo salvó la intervención de Hesiquio Gorostieta y José Ma. Saavedra en Sultepec. Compañero íntimo del gobernador Olaguíbel. Abogado de minas y gran animador de empresas mineras en las que tomó parte. Impulsor de la Reforma en el estado, apoyando el Plan de Ayutla, y fue gobernador en 1861. Redactó los códigos civil y penal del estado, culminó su vida siendo miembro de sociedades benefactoras de la educación. Manuel Alas Marmolejo. Hijo del personaje anterior, pasó gran parte de su vida en la hacienda de Jaltepec, diputado local al mismo tiempo que su padre, en todo el movimiento reformista fue autorizado a convocar guardias que defendieran de los conservadores, el pueblo y la hacienda, fue ayudante del general Felipe Berriozabal, en la batalla del 5 de mayo, demostrando gran valor, por lo que fue condecorado. Jorge Figueroa. La plaza principal, lleva su nombre, en virtud de que fue la persona encargada de los trámites burocráticos de traer a Almoloya la cabecera distrital, hecho que le dio a nuestro pueblo la categoría de municipio, por lo que debe considerársele como fundador. José Vicente Cruz. Liberal almoloyense, primer presidente municipal. Manuel Sotelo. Capitán del ejército en 1910. Ignacio Sotelo. Coronel del ejército en 1910. Casto Sotelo. General ingeniero artillero del ejército en 1910. General Agustín Millán Vivero. Oriundo de Texcaltitlán, hacia 1899, trabajaba como dependiente en la casa de don José Catarino Vilchis, un tío y en su descuido derramó una lata de alcohol, incendiándose la casa. Agustín, huyó del pueblo, refugiándose en Veracruz, haciendo contacto con personas de ideas avanzadas que hacían oposición al régimen de don Porfirio, fue la tercera figura política que llegó al estado con los constitucionalistas, haciendo un decoroso papel como gobernador. Natalia Von Schenck. De la antigua nobleza alemana, la señorita Von Schenc, nació en Ansberg, Wetfalia, el 26 de julio de 1840. De gran educación vivió primero en Estados Unidos después en Coahuila y en 1905 en la hacienda de Arcos. Con su inseparable amiga Alich L. Nohl fue de las principales propagandistas del idioma esperanto en México, siendo una bendición para la gente pobre de los alrededores de la hacienda. Fue una gran protectora de los ciegos (también fue invidente), siendo el aspecto más importante de su vida la introducción en México del sistema Braille de escritura-lectura para ciegos, “trabajando más de 40 años a su servicio y en diversos idiomas”. Murió el 19 de mayo de 1921 en su hacienda de Alquisiras, heredándola a su hijo adoptivo Gustavo Treger. (Datos tomados del señor Alejandro Meza 1922). Juan Salgado Almazán. Benefactor del pueblo, nació en Almoloya a principios de la Revolución; su familia emigró a Toluca y aunque su familia nunca ha abandonado del todo al pueblo, radica en Toluca. Su padre Mariano Salgado Vilchis, fundó una fábrica de jabón que al cambiar su domicilio a la capital del estado, continuó siendo hasta la fecha la jabonera más importante del estado. Epigmenio Figueroa. El pueblo lo recuerda con respeto, además de ser un buen presidente municipal, durante los años más difíciles de la Revolución, en 1911, construyó el panteón (que algunos todavía llaman Figueroa) municipal en el Llano, y tuvo la desgracia de que un accidente provocara la muerte de su único hijo, Serafín, y fuera el primer cadáver inhumado ahí. Don Epigmenio fue el primero que celebró a Pedro Ascencio, seguramente evocando sus “tomas” del pueblo en la época de las luchas por la Independencia, lo que hasta la fecha constituye una de las fiestas cívicas más significativas del municipio. Benigno Vergara. El descontento por la desigual propiedad de la tierra, se hizo muy agudo al mediar la Revolución, que entre otras muchas cosas, pedía el reparto de los enormes latifundios que creó la época liberal y Almoloya no fue la excepción, ya que en Pachuquilla se dieron brotes de rebeldía, así como en otros puntos del enorme latifundio de Jaltepec. El pueblo de Huizoltepec, reclamaba parte de la hacienda y todo ello fue canalizado por don Benigno, quien siendo presidente municipal, alentó la invasión de predios, por lo que se le considera un benefactor de los campesinos, quienes lograron la posesión de los ejidos en la década de los treinta. Edmundo Flores. Revolucionario, dice su hijo homónimo que zapatista, aunque se ha encontrado información de que fue carrancista, con quienes llegó a la ciudad de México hacía 1917; trabajó en El Oro como telegrafista y una vez en la capital, se separó de las armas y fundó una pequeña fábrica de objetos de hule, hasta fabricar llantas para automóvil, llegó a competir seriamente con la empresa transnacional Euzkadi. En los años treinta, muchos alquisirenses obtuvieron trabajo en su fabrica. José Salazar Cruz. Benefactor de Almoloya, gran capitalista y hasta ahora el alquisirense más exitoso. Con hábiles transacciones financieras, al lado de Alberto Stein, aprovechó las primeras devaluaciones del peso, llegando a acumular buen capital, así como una cantidad increible para la época de concesiones de taxis en la ciudad de México, lo que le permitió obtener en Estados Unidos la concesión de fabricar los radios y televisiones Zenit. Al pueblo lo benefició con una banda de música, un parque deportivo, el terreno de la actual escuela primaria, el bardeado de la capilla de Jaltepec y del panteón y sobre todo repartía dulces y juguetes en sus visitas al pueblo. Doctor Ermilo Camacho. (El Gato). Fue tal la admiración y respeto de sus alumnos (Jesús Ymnhoff Cabrera y Joaquín Sánchez Beas, entre otros), que a su muerte, compusieron un libro llamado “Las horas del padre Camacho”, en donde evocan al inolvidable mentor del seminario de Tlalpan, quien en sus mejores días, hizo las excelencias de la música sacra en la catedral de México, a más de sus cátedras llenas de sabiduría. El mote de El Gato, se debía al color verde intenso de sus ojos. Doctor Ismael Millán Dorsch. Sacerdote de rara vocación por los pobres, quienes aún, en la colonia El Arenal y todas las cercanías de la fábrica Loreto y Peña Pobre, lo tienen como a un santo, colgado su retrato junto a los demás santos de la familia. Los alquisirenses los días domingos, sintonizaban el radio en la “X”, a las nueve de la mañana, para escuchar la palabra alentadora, la palabra llena de esperanza y de amor del padre “Mayo”, como en el pueblo todavía se le nombra. Su labor fue desarrollada en la ciudad de México. chiringongonCronología de Hechos Históricos
AÑO ACONTECIMIENTOS
1435-1439
Conquista azteca de Zacualpan.
1496
Auhizotl conquistó Sultepec.
1529
Construcción del Real de Minas de Zacualpan.
1534
Diego Ximénez Cortés Chimalpopoca, señor de Xahualtzingo.
1582
Relación del alcalde mayor de Sultepec a Felipe II, rey de España, sobre los pueblos dependientes de Almoloya.
1725
Terminación del templo de Almoloya.
1786
El 26 de junio en Acuitlapán, Guerrero nace Pedro Ascencio de Alquisiras.
1812
Llega a Sultepec Rayón.
1817
Llega a radicar a Almoloya, Pedro Ascencio.
1821
El 3 de junio muere Pedro Ascencio de Alquisiras.
1824
La hacienda de Arcos es comprada por la familia Stein.
1848
Manuel Alas adquiere la hacienda de Jaltepec.
1860
Es gobernador del estado Manuel Alas.
1869
El 13 de abril recibe Almoloya el apellido de Alquisiras por decreto de la Legislatura del Estado.
1912
Es invadido Almoloya de Alquisiras por el revolucionario general Ojeda.
1913-1914
El municipio es ocupado en distintas ocasiones por zapatistas y ocasionalmente por carrancistas.
1915
El zapatista Quintanilla quema varias casas del pueblo.
1916-1918
Hay saqueos y luchas en el municipio.
1919
Se genera una epidemia.
1931
Inauguración de la carretera a Almoloya de Alquisiras.
1932
Visita del ingeniero Pascual Ortíz Rubio, presidente de la República, quien junto con Filiberto Gómez, gobernador del estado, declararon inaugurada la carretera.
1933
Dotación de tierras a los ejidos de Agua Fría, Jaltepec, Unión Riva Palacio, Huitzolotepec y otras comunidades más.
1935
Establecimiento de escuelas a los ejidos.
1950
Construcción del edificio del centro escolar “Pedro Ascensio”.
[/toggle] [toggle title=”Medio Físico” state=”close”] Localización Almoloya de Alquisiras, se localiza en la parte centro-sur del Estado de México, Distrito Rentístico y Judicial de Sultepec. Las coordenadas geográficas son: mínima 99°46’50”, máxima 99°57’09” de longitud oeste; en cuanto a la latitud, del hemisferio norte, la mínima es de 18°47’00” y la máxima de 18°55’€™02″. Extensión La información se puede encontrar en “Información estadística INAFED – INEGI” en esta misma página al inicio Orografía Alquisiras presenta un relieve constituído por planos descendientes de noroeste a sureste, desde el pueblo de Plutarco González, hasta La Unión Riva-Palacio, flanqueado por montañas y cerros del lado norte y sur, existiendo pueblos en la montaña o en cañadas. Nuestra ubicación está en las vertientes del río Balsas. Siendo nuestra montaña más alta la Peña de Aguacatitlán, con 3,000 metros de altura msnm prolongándose hacia el sureste hacia donde desciende; por el este nos limita una cadena de cerros de Laja Azul y de Meyuca. Hacia el norte están los cerros de Capulmanca y los contrafuertes últimos del Volcán Xinantécatl. Más cercanos, se hallan el Cerro de los Muertos, Totoltepec, El Venadito, 4ª Manzana y Tlapexco. Hidrografía Dada la orografía, es fácil suponer que todas las corrientes acuíferas de la región, van de noroeste a sureste, juntándose la mayor parte en la cabecera municipal, que asemeja un cono, el pueblo se sitúa en el fondo y está rodeado de cerros y cruzado por ríos, en donde se ven cascadas, y en días lluviosos hay un fuerte rumor de paso indómito de agua, con una salida natural hacia el oriente. El río es de caudal constante todo el año, aunque disminuye mucho su caudal en el estiaje, así como el arroyo de Aguacatitlán. Los demás, son arroyos de caudal intermitente, con agua sólo en la época de lluvias. Todos confluyen al grande, que se junta al de Meyuca, ambos al Chontalcoatlán, que constituyen lo que se ha llamado el alto Amacuzac, uniéndose finalmente al Balsas, captor de toda la región Puebla-Morelos, sur del Estado de México y la parte norte del de Guerrero. Clima El clima es subtropical de altura, aunque se comprende que varía por la altura y lugar, pues la geografía es muy irregular; existe una temperatura media de 24 grados. La época de lluvias es de mayo a octubre, en condiciones normales, siendo los vientos dominantes de norte a sur, leves por nuestra condición de valle muy cerrado. Principales Ecosistemas Flora Aún se tienen más de quinientas hectáreas de pinaceas y quercus. Arboles: ocote, pino, encino, madraño, chincahuil, cucharillo, nogal, pinsal, palo dulce, guaje, eucalipto y ceiba. Plantas medicinales: alfilerillo, tabaquillo, altamisa, árnica, escobilla, huisoche, peshtó, epazote, manrubio, gordolobo y borraja. Flora silvestre: carrizo, chayote, helecho, romero, tule y hongos. Fauna La fauna silvestre se compone de las siguientes especies: conejo, coyote, gato montes, rata de campo, hurón, zorrillo, tlacuache, armadillo, ardilla, cacomixtle, zorro, tuza, venado, cuinique, águila real, gavilancillo, quebrantahuesos, zopilote, urraca, tecolote y guacamaya.   Recursos naturales Quizá el recurso más valioso sea el forestal, que cuidadosamente explotado, puede constituir una fuente valiosa de riqueza. Características y uso de suelo El suelo es propicio para la agricultura. Cuenta con una superficie total de 13,469.12 hectáreas, distribuido para su uso en: actividad agrícola 3,921.84; de temporal 2,849.23 y de riego 1,072.61. La actividad pecuaria se desarrolla en 1,063.00 y la región forestal cubre 8,188.00 hectáreas que incluye pastizales. También se destina parte del suelo para uso habitacional.

Cultura y Turismo

Fiestas, Danzas y Tradiciones De las fiestas religiosas se destaca la del 29 de junio, día de San Pedro, la cual se manifiesta con feria popular, danza de moros y pastores, música de viento, fuegos artificiales, jaripeos y peleas de gallos. Danzas De las pastoras, los doce pares de Francia, las doce potencias, los tecuanes, de los moros y los apaches. Tradiciones: Cada 16 de septiembre, en el desfile popular participa como figura principal Pedro Ascencio, caracterizado por uno de los vecinos. Durante las festividades religiosas, se suelen adornar las calles con papel de china picado y festones de pino. Otras tradiciones son: la celebración del día de muertos, la “toma” del pueblo por Don Pedro Ascencio, las posadas de diciembre, entre otros. Música La música de viento en las festividades religiosas. Se escucha música variada. Existen grupos musicales y bandas de música. Artesanías En la Unión Riva Palacio se borda y tejen hermosas purezas; en Pachiquilla, Sarapes de la mejor calidad. En Cuauhtenco, Almoloya y Alquisiras, se hacen jarros, ollas, cántaros, jarras, platos, macetas y comales. Gastronomía Alimentos Tenemos el cocido, que es el platillo tradicional de Almoloya. Los sesos en tamalitos, el pico de gallo, uno es a base de chilacayote tierno y otro a bases de duraznos, ambos exquisitos, barbacoa y otros platillos de la región. Dulces Dulce de pepita, duraznos y guayaba, pan guarache de San Andrés relleno con piloncillo y los mamones de Pachuquilla. Bebidas Licores de zarza, membrillo, tabaquillo, limón, higo, naranja, piña, albahaca, manzanilla, rompope y pulque. Centros turísticos El Paseo, Ojo de Agua Grande, el Salto, la Iglesia de San Pedro, el balneario de Almoloya, entro otros.  

Gobierno

Principales Localidades Cabecera municipal con categoría de pueblo. Almoloya se sitúa en un rincón de montañas con una salida hacia el oriente, llena de arroyos, cascadas y huertas de frutas, cuenta con una población cercana a 1,500 habitantes y 32 comunidades con categoría de delegaciones municipales. Algunas están situadas en la alta montaña y en mayor número en terrenos planos.

Cronología de Presidentes Municipales

Presidente MunicipalPeriodoPartido
C. Agapito Garcíade 1940 a 1941
C. Gonzalo Roa Cruz1940
C. Guillermo Cerade 1942 a 1943
C. Germán Díazde 1944 a 1945
C. Agapito Garcíade 1946 a 1948
C. Amado Cruz Vergara1946
C. Guillermo Cera1948
C. Agapito García Herrerade 1949 a 1951
C. Alfredo Cruz Vergarade 1952 a 1954
C. Alejandro Gómez Díazde 1955 a 1957
C. Gustavo Sotelo1955
C. Norberto Mendiola Martínezde 1958 a 1960
C. David García Sotelode 1961 a 1963
C. Alfonso García Castañedade 1964 a 1966
C. Angel Gorostieta Castañedade 1967 a 1969
C. Guillermo Franco Lópezde 1970 a 1972
C. Hilario Salazar Cruzde 1973 a 1975
C. José Hernández Floresde 1976 a 1978
C. Alejandro Gómez Díazde 1979 a 1981
C. Habacuc Castañeda Castañedade 1982 a 1984
C. Leopoldo Millán Díazde 1985 a 1987
C. Alfredo Victoria Benitezde 1988 a 1990
C. Habacuc Castañeda Castañedade 1991 a 1993
C. Victorino Jorge Garcia Diazdel 01-Ene-1994 al 31-Dic-1996PRI
C. Juan Ayala Escobardel 01-Ene-1997 al 17-Ago-2000PRI
C. Mayolo Gomez Garciadel 18-Ago-2000 al 17-Ago-2003PRI
Lic. Cruz Juvenal Roa Sanchezdel 18-Ago-2003 al 17-Ago-2006APT_
C. Gabriel Vazquez Mondragondel 18-Ago-2006 al 17-Ago-2009APM
C. Francisco Rodriguez Posadadel 18-Ago-2009 al 31-Dic-2012PAN
C. Artemio Gomez Cruzdel 01-Ene-2013 al 31-Dic-2015CPEM
C. Alfredo Victoria Lopezdel 01-Ene-2016 al 31-Dic-2018PRI
C. Ari Patrick Mendiola Mondragondel 01-Ene-2019 al 31-Dic-2021PRI
C. Leopoldo Dominguez Floresdel 01-Ene-2022 al 31-Dic-2024COAL.

Créditos

    • Archivo particular de la familia Alas.
    • Gobierno del Estado de México. Atlas General del Estado de México, Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral, Toluca, 1994.
    • Roa García, Edmundo. Monografía Municipal de Almoloya de Alquisiras, Gobierno del Estado de México, Toluca, 1986.
    • Sánchez García, Alfonso. Historia del Estado de México, Gobierno del Estado de México, Toluca, 1974.