⛪La imagen de la Virgen de Guadalupe de San Pedro de la Laguna⛪
En el año de 1885, la iglesia del pueblo de San Pedro de la laguna Zumpango estaba a punto de destruirse a causa de lo antiguo de su existencia. Sin embargo, cuenta la leyenda que un matrimonio de ancianos vivía en una humilde choza junto al camino de arríeros que atravesaba el arroyo Avenidas de Pachuca y el pueblo de San Pedro, justo antes del puente de piedra y el camino real del zopilote.
En el interior del jacal había una pequeña imagen de la Virgen de Guadalupe pintada en un lienzo, pero ya se encontraba bastante deteriorada puesto que ya no era posible apreciar bien la figura.
Un día, el lienzo se tornó mojado y al irse secando, la pintura quedó como nueva con vivos colores. Rápidamente esta sorprendente noticia se esparció por todo Zumpango. El cura Juan Clímaco Ramírez exhortó a la pareja de ancianos a que donaran su imagen de la Virgen de Guadalupe para construirle un templo a la milagrosa imagen, accediendo éstos a la petición, con la cooperación de la parroquia se construyó un templo que sustituyó al antiguo que luego se destechó y quedó semidestruído.
No había pasado mucho cuando un arriero, a quien le gustó la pintura de la virgen la tomó de su altar y la ocultó en el fondo de la arena del arroyo de las Avenidas de Pachuca para poder después llevársela con toda tranquilidad, pero mientras esto sucedía la imagen se desenterró solita y quedó al descubierto habiéndose dado cuenta de esto una persona que avisó a los vecinos del barrio de lo sucedido, la sacaron del arroyo y la colocaron otra vez en el altar de su templo recién construido, llegando a la conclusión de que la virgen no quería irse de San Pedro.
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