DON PEDRO RODRÍGUEZ VARGAS


DON PEDRO RODRÍGUEZ VARGAS

En la postrimería del siglo XIX existió en Zumpango de Ocampo un rico comerciante e industrial, quizá atraído a este lugar por invitación de los representantes de la dirección de obras del Desagüe del Valle de México, que en el año de 1886 formalmente ya habían empezado con la excavación del Gran Canal, caja de Agua y Túnel de 16 kilómetros de longitud; llamábase Pedro Rodríguez Vargas, por cierto que fueron años de esplendor comercial para don Pedro por el movimiento intenso de las obras del desagüe del Valle de México.

Don Pedro tenía la característica de profesar profunda y amorosamente la religión católica; era muy estimado por los miembros de la alta jerarquía católica por sus “generosos” donativos; quizá porque no era casado o porque acostumbraba comportarse extraño sexualmente lo tildaban de “maricón”, era de espíritu sanguinario, frio, disfrutaba de la explotación del humilde campesino que mitigaba sus penas y miserias con el “Pilascuillo” bebida embriagante famosa de la época.

La casa donde vivía don Pedro, que por esos tiempos sería rentada, se ubicaba en la esquina de la calle Gante y plaza Benemérito Benito Juárez, a un costado del Palacio Municipal, fue propiedad originariamente del señor don Ignacio García Romero, padre de los señores Fidencio y Antonio García Donis, después la adquirió el señor Gustavo Espinoza, hijo del Ing. Luis Espinoza, Director que fue de las obras del desagüe del Valle de México, también fue dueño del edificio de la Dirección de las obras antes mencionadas, tanto la casa como el edificio posteriormente pertenecieron a don Pedro Rodríguez Vargas, mejor conocido como “El niño Pedrito”, pues en aquel tiempo se acostumbraba anteponer el sobrenombre de niño o niña a la persona adinerada perteneciente a la alta sociedad.

En la casa de Gante y plaza Benemérito Benito Juárez, el niño Pedrito tenía establecida una fábrica de jabón, una panificadora, una gran tienda y almacén de toda clase de víveres y productos de primera necesidad, él era distribuidor exclusivo de algunas marcas comerciales de prestigio sobresalientes en esa época.

Las jovencitas que mal se portaban socialmente o no seguían el consejo de sus padres, eran llevadas y entregadas al “niño Pedrito” previo su consentimiento, para que le sirvieran en su casa como “criadas” sin remuneración, recibiendo del niño Pedrito constantes malos tratos humillantes, por ejemplo: las hacía moler en metate olote mojado de mazorca de maíz, este castigo lo recibían jovencitas como Eufracia López García nacida el 13 de marzo de 1881, habiendo sido testigo también de la saña cruel del “niño Pedrito” que en uno de sus arranques de coraje mató a uno de sus trabajadores al cual desapareció arrojándolo al fuego del humo de la panadería, arguyendo después con los familiares del infortunado obrero que éste desde hacía tiempo ya no se presentaba a su trabajo. Por casualidad Eufracia se dio cuenta de lo sucedido fingiendo no haber sabido nada.

Aún cuando Don Pedro y otros comerciantes acaparaban todos los artículos de primera necesidad, mucha gente prefería ir a la ciudad de México para proveerse de lo necesario o bien a atender otros asuntos. El medio de transporte más usual de aquel tiempo era a través del servicio público de carretas tiradas por mulas, denominadas “guayin” o “diligencias”, propiedad de la familia García, cuya ruta era de Zumpango a la estación de ferrocarril de Xaltocan; tiempo después estos carritos fueron sustituidos por carros de motor de gasolina, fueron los primeros introducidos en Zumpango por Daniel García Gómez; el segundo dueño de estos primeros camiones de pasajeros fue el señor Pedro Torres Fernández, a la muerte de don Daniel en 1928. Así pues, las carretas “guayin” y luego los camiones de pasajeros de gasolina fueron los precursores de comunicación terrestre por camino de terracería de la línea México-Zumpango que fundaran después los señores de la Torre de Zumpango y los señores Rosales de Los Reyes Acozac, cuya ruta fue el camino de terracería Zumpango- Xoloc-Reyes Acozac y carretera nacional Pachuca-México, hasta la ciudad de México donde en la primera calle de Colombia tenía su terminal, después se pavimentó la terracería por el señor Labra, cuando fue Gobernador del Estado de México.

Cuando el señor Labra asumió el cargo de Gobernador del Estado de México, en septiembre de 1937 ya tenía en mente hacer en Zumpango una gran Escuela Primaria. ¿En dónde?, pues precisamente en el edificio de la antigua Dirección de las Obras del Desagüe del Valle de México, que en aquel tiempo pertenecía al señor Gustavo Espinoza, hijo del Ing. Luis Espinoza, precisamente Director de dichas obras, después fue vendido a don “Pedro Rodríguez Vargas, “niño Pedrito”, pero como este señor tenía varios años de no pagar el impuesto predial no sólo de esta finca, pues había adeudos hacendarios también de la casa de la esquina de Gante y plaza principal, una vez resuelto este asunto conforme a la ley a favor del Estado de México, el niño Pedrito tuvo que desalojar y abandonar los citados inmuebles.

Inmediatamente, en ese mismo año de 1937, el Gobernador del Estado, señor Labra dio inicio a las obras de adaptación para establecer una Escuela Primaria de niñas y niños.

El señor Eleuterio García “Don Tello”, fue testigo, primero como velador y vigilante entre los años de 1937 a 1941, después como conserje, de la enorme preocupación del señor Labra pues varias ocasiones al mes siempre estuvo al pendiente del desarrollo de las obras, llegando inesperadamente sin importarle la hora o el tiempo climático, de pronto, a las 12:00 horas, a las 5:00 de la madrugada, a las 20:00 horas, o a las 10:00 de la noche se aparecía para supervisar el avance y desarrollo de las obras, así aconteció hasta la fecha de su inauguración en el año de 1941, último de su gobierno, con la asistencia del General Lázaro Cárdenas, presidente de la República.

Para el año de 1942, ya con gobiernos más tolerantes de los intereses del alto clero, el Lic. Isidro Fabela era Gobernador Interino del Estado de México, por asesinato de Alfredo Zárate Albarrán Gobernador Constitucional, y el General Manuel Ávila Camacho Presidente de la República, como Secretario de Gobernación, el Lic. Miguel Alemán Valdéz, algunos Ministros del alto clero se acercaron al gobierno federal para solicitar el favor de que la nueva Escuela Primaria Mixta de Zumpango, a punto de ocuparse se le pusiera el nombre de “Pedro Rodríguez Vargas” sólo por el hecho de haber sido el dueño anterior de ese inmueble, pues no olvidaban y agradecidos de las caritativas y cristianas ayudas que el Niño Pedrito, efectuara a la causa amorosa por la iglesia católica, a favor de los aguerridos cristeros del Bajío, no hubo objeción por complacer a tan piadosa petición, no tanto, quizá como un acto de agradecimiento, sino por la incertidumbre inquietante de que el nuevo centro escolar, el más bonito y funcional de su época en el Estado de México, lo fueran nombrar “Lic. Melchor Ocampo”, como así se llamaba la antigua escuela de niños.

Fuente: Alejandro Ramírez Curiel

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