Lugares como calles, veredas, casas antiguas, la hacienda de San Miguel Atempilla, y la iglesia de San Juan Bautista han sido testigos de momentos cruciales que han influido en la vida de los que habitan San Juan Coxtocan
Pero en la historia de un pueblo no solo son testigos los edificios y las construcciones, las tumbas y las piedras labradas con alguna fecha significativa, sino también la voz de personas que son herederas de una tradición milenaria, de una historia viva que tiene aún mucho que decirnos y que debemos escuchar.
Es ahí en la voz de quienes no dejan morir la memoria y la historia, donde vive el nombre de un personaje que creyó en los ideales del Plan de Ayala, promulgados por el General Emiliano Zapata desde el Estado de Morelos.
Tomás García Martínez, un hombre que desde Niño había crecido
únicamente con su madre, doña Juana Martínez del pueblo de San Juan Coxtocan, pues su padre don Perfecto García del pueblo de Juchitepec había muerto de enfermedad.
Según los datos de la época, fue el famoso presidente de Tenango del Aire, Don Teodoro Niño, quien con su puño y letra había redactado su registro de nacimiento y que a la letra dice lo siguiente
“En el pueblo de Tenango a las nueve de la mañana del día 25 de noviembre de 1889 ante mi Teodoro Niño, presidente municipal y encargado del registro civil de Tenango Tepopula, compareció la señora Juana Martínez, mayor de edad viuda, originaria de San Juan Tepopula y dijo que conforme al derecho 48 del 17 de octubre del presente año viene a inscribir el nacimiento de su hijo Tomás García que nació el día 19 de noviembre de 1880, hijo legítimo y de su esposo difunto, Perfecto Garcia, originario de Juchitepec, el niño es del mismo pueblo, nieto por paterno no conoce y por la mamá de Justo Cayetano y María de la Luz.
Tenango Tepopula. A 25 de noviembre de 1889”
Tomás García, uno de cinco hermanos vivió con las carencias de una familia sin la figura paterna, razón por la cual tuvo que trabajar desde muy pequeño en la hacienda de San Miguel Atempilla de Francisco Sordo Noriega, ahí vivió las primeras injusticias que le dieron consciencia social sobre la marcada desigualdad de clase.
Gracias a Sordo Noriega, Tomás García conoció la Papelera de San Rafael, lugar donde también trabajó, ahí conoció a su esposa Catarina Castillo de Santiago Cuauhtenco quien el 28 de noviembre de 1901 contrajeron matrimonio en Amecameca.
Con el estallido de la Revolución Mexicana Tomás García se adhiere al movimiento bajo las órdenes de Everardo González, convirtiéndose con el tiempo en General Brigadier y jefe militar de la plaza de Tlalmanalco y encargado de la Papelera de San Rafael desde donde Tomás García se envió misivas con su amigo Emiliano Zapata.
A la muerte de Zapata, Tomás García depone las armas y regresa a su pueblo San Juan Coxtocan, donde se involucra en asambleas y problemas de tierras con caciques del pueblo.
En Junio de 1922, se internó en las montañas del Iztaccíhuatl, como resultado del perseguimiento por parte del presidente de la república, Álvaro Obregón, pues en mayo de ese año había sido envenenado Everardo González, situación que generó alerta entre los demás zapatistas.
La madrugada del diez para once de octubre de 1922, fue muerto Tomás García en compañía de otro compañero de nombre desconocido en el paraje denominado “La ciénega” en el Volcán Iztaccíhuatl, jurisdicción de Tlalmanalco.
En la actualidad muchas personas aún dudan de su existencia, yo les digo que Tomás García esta todavía presente en nuestra memoria, y es tanta mi admiración a un hombre valiente que creyó en los ideales del Plan de Ayala que hoy lo estamos recordando a 101 años de su fallecimiento y que creo que muchos de nosotros tomaremos su legado de lucha y consciencia social para construir día a día un mejor San Juan Coxtocan, con aquel pueblo por el que luchó nuestro eterno general.
¡Viva Tomás García! ¡Viva San Juan Coxtocan!