Según los relatos históricos, en 1516 Moctezuma II presenció el avistamiento de un cometa y convocó a una reunión con Nezahualpilli, reconocido astrónomo. La interpretación de Nezahualpilli fue contundente: se
avecinaban tiempos oscuros para Tenochtitlán. Esta profética advertencia despertó la preocupación del gobernante azteca, quien buscó tomar medidas para afrontar los retos que se avecinaban.