La casona de un bandido
En el barrio de Santiago todavia existe una vieja casona, bonita en su interior, de la cual platicó don Bonifacio Bautista (q.e.d.) hace 41 años cuando pasábamos enfrente de dicha casa relató que allí:
En aquella casona vivió un temible bandido muy listo pues cuando el ejército lo descubría en algún lugar, al perseguirlo siempre le perdia la pista y al querer el ejército atraparlo, se dirigía de inmediato a su casa de Zumpango.
Pero cuando el ejército apresurado llegaba a esa casa se percataba claramente que ya había huido nuevamente, pues así lo denotaban las huellas de las patas de los caballos, que muy claramente se notaba se dirigían hacia fuera de la población. Reanudando el ejército la persecución siempre corrían con la mala suerte de que nunca podían echarle el guante al citado bandido.
La verdad era, que el bandido, cuando los soldados llegaban a su casa, el estaba también. Sólo que cuando entraba lo hacía poniéndole a los caballos las herraduras al revés. Dentro de su casa tenia un túnel donde escondia caballos, el producto robado, sus hombres y él mismo.
El señor Bautista platicó que el túnel era muy largo y se dirigia hacia el poniente de la ciudad por donde tenía una salida secreta.