En épocas navideñas, dentro de los hogares Zumpanguenses siempre encontrarás una flor de noche buena, pues desde épocas antiguas fue nuestra aportación al mundo en tiempos navideños.
Cuetlaxóchitl, en voz náhuatl “flor que se marchita” o “flor de piel”; aijoyó, en lengua zoque de Chiapas; gule-tiini, en zapoteco de Oaxaca, y lipa-que-pojua en el chontal veracruzano, es la emblemática flor de Nochebuena que, al domesticarla, México aportó al mundo con el nombre de flor de Navidad o flor de pascua.
Símbolo de la pureza y la vida nueva de los guerreros aztecas, este arbusto originario de México pertenece a la familia Euphorbiacea, y era utilizada por los antiguos mexicanos en celebraciones y rituales pues con ella se adornaban los altares a la madre diosa Tonantzin.
La Nochebuena es un arbusto de cuatro y hasta 10 metros de alto en zonas agrestes, cuyas pequeñas flores amarillas están custodiadas por espectaculares brácteas (hojas modificadas) rojas, aunque estas también pueden ser de color rosa, amarillas, jaspeadas o marmoleadas, e incluso blancas.
Y tú ¿Ya tienes la tuya?
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